Qué es la narración visual, para qué sirve, por qué es importante y dónde se utiliza
Que las imágenes sean diferentes de las palabras no impide que cuenten historias. Hay muchas maneras de lograr que una serie de fotos, escenas o dibujos nos cuenten una historia. ¿Cómo se logra? A través de una buena narración visual.
¿Qué es la narración visual?
Como ya hemos dicho, las palabras no son necesarias para contar una historia; la narración visual es perfectamente capaz de ello, valiéndose de formatos como la animación, las películas, los cómics, las expresiones artísticas, el marketing digital o cualquier otro medio digital. La narración visual usa elementos, valga la redundancia, visuales como la luz, el color o el espacio para transmitir una idea, provocar una reacción, apelar a una emoción o comunicar un mensaje.
Cuáles son las características de la narrativa visual y por qué es tan importante
Para que la narración visual cumpla con su función comunicativa, debe contar con una serie de características muy específicas:
- La primera es la estructura (una forma típica es la secuencia), que organizan los elementos visuales para que tenga coherencia y fluidez.
- La siguiente característica es la composición. La composición es la distribución de los elementos visuales dentro de la imagen, que de forma natural, capta la atención de las personas. Estas características se podrían considerar la parte más básica del proceso de construcción de una narración visual.
- Luego vendrían los simbolismos y metáforas que transmiten mensajes abstractos y más profundos. Además, más allá de la persona individual, ayudan a promover la conversación y a generar debate.
- Elementos como el color y el tono son también importantes porque pueden por sí mismos establecer atmósferas y comunicar temas o conceptos.
- Por último, es clave identificar los ingredientes propios de cualquier trama: las personas y acciones que protagonizan y dinamizan el desarrollo de la trama.
Ahora bien, ¿Por qué es importante utilizar correctamente la narración visual?
Es importante, porque es la columna vertebral de cualquier obra que quiera transmitir algo. Así como al hablar articulamos, conjugamos y cambiamos el tono para transmitir no solo un mensaje, sino una intención, con la narración visual ocurre lo mismo. Sin ella, la obra no estaría completa. Quedaría en una amalgama de elementos desconectados.
Una buena narración visual permite generar un impacto emocional en quienes ven la obra. Un impacto lo suficientemente profundo como para que no sea fácil olvidarlo y/o que genere un cambio. Agrega claridad y facilita que lo que una persona ve, resulte más o menos comprensible. Con esto, se capta la atención de quienes están o vieron la obra, y se consigue crear una conexión. Una conexión que no siempre se vive como positiva, es decir, a veces la conexión puede producir rechazo, pero siempre es valiosa. Puesto que quiere decir que la obra sí comunica un mensaje o una intención.
Por último, y quizás el punto que más se suele pasar por alto, es el hecho de que la narración visual tiene la capacidad de romper barreras lingüísticas. Sí, así es. Todas las personas de este planeta hablan al menos un tipo de lenguaje. Ahora bien, más allá de que hay lenguas más habladas, como el inglés o el español, es muy difícil juntar personas de 20 países distintos y lograr que se comuniquen de forma fluida. Pues bien, las imágenes tienen este poder. Una foto, un corto o una película le pueden transmitir el mismo mensaje a personas que hablan lenguas completamente distintas. Por eso, es tan importante la narración visual. ¿Genial verdad?
¿Dónde se utiliza la narración visual?
Como su nombre lo indica, la narración visual se puede utilizar en cualquier obra de carácter visual. Los ejemplos más claros son:
Las películas o series de televisión.
A través de ángulos, cambios de iluminación, simbolismos, efectos, alteraciones en la velocidad o expresiones, logran enganchar a los espectadores y hacerles sentir muchas emociones. A veces el objetivo es simplemente entretener durante lo que dure la obra; a veces el objetivo es que se vayan cuestionando sobre algún problema social o temática en general.
La narración visual es también ampliamente utilizada en la fotografía.
Los álbumes, las exposiciones o incluso el contenido en redes sociales que comparten los fotógrafos poseen una narración personal construida. Hay una forma de fotografía, la fotografía Zen, que tiene como objetivo capturar momentos, objetos o paisajes cotidianos para apreciar la belleza de lo simple y de lo continuo. En esta forma artística, la narración es constante, pero los componentes que forman esta narración juegan un papel muy importante. ¿Por qué? Porque un mismo momento y objeto se puede fotografiar de muchas formas, sigue siendo el mismo objeto y momento, pero no transmite lo mismo. Y no transmite lo mismo porque la narración detrás de su creación no es la misma.
Si de algo no hay duda alguna, y las artes visuales lo demuestran, es que somos seres visuales. Por ello, enseñar con imágenes es algo cada vez más importante y necesario. Pero no solo porque las imágenes sean efectivas para aprender, sino porque también sirven para transformar. Tanto a nivel personal como a nivel social.
Aprende a utilizar la narrativa visual
En Instituto 8 ofrecemos un posgrado en pedagogía visual. Este posgrado, a través de teoría y práctica, enseña todas las competencias necesarias para que una sea capaz de adquirir y consolidar competencias necesarias en el manejo de las imágenes y la visualidad como herramienta de facilitación de dinámicas y gestión de contenidos simbólicos y emocionales.
Tenemos opciones de formación también en fotografía terapéutica y participativa, tanto para comenzar a incursionar en el tema como para especializarse en él. La fotografía terapéutica es especialmente útil como herramienta para facilitadores. ¿Por qué? Porque les permite enseñarle a sus pacientes o clientes cómo la fotografía les puede ayudar a navegar un proceso difícil, a construir una relación más sólida consigo mismos, controlar los niveles de ansiedad o simplemente adquirir una nueva habilidad. Es una forma de terapia que aún no es muy explorada y de la que muchísimas personas se podrían beneficiar.
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