FOTOGRAFIA PEL CANVI
nada_descabellada
(2021)
Me sentía aterrada, todo aquello que no podía ver me resultaba amenazante. En ese punto, mi cuerpo había acumulado tanto miedo que me costaba moverme. A inicios del 2021, después de casi un año de aislamiento, aún me encontraba resguardada en mi pequeño apartamento en la ciudad de Bogotá. Aunque desde mi ventana podía ver cómo el mundo despertaba lentamente de su letargo, yo me había encerrado en mí misma.
Ese 24 de enero decidí empezar a peinar mi cabello por 24 noches consecutivas. Cepillar con la intención de desenredar para abrir camino. También resolví guardar cada maraña de pelo para atestiguar un día más de supervivencia. A partir de esta acción, inicié un diario fotográfico en donde consigné las vivencias y aprendizajes de cada día. Cada imagen se convirtió en un polo a tierra que me ayudó a volver palpable todo aquello que a mi alrededor se había desvanecido.
nada_descabellada consiste en un diario íntimo que relata mi viaje de regreso a la vida; se trata de la travesía en la aprendí a abrazar mi propia vulnerabilidad. Honro mi camino porque es el que me permite estar aquí y ahora con el corazón expectante.
Visita el diario en la cuenta privada de Instagram: @nada_descabellada
Sobre la autora:
Ana Adarve es graduada del pregrado en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia (2000). Obtuvo un MFA en Fotografía del San Francisco Art Institute (2007). Cursó la Especialización en Fotografía Terapéutica y Participativa del Instituto8 en Barcelona (2020) y el Posgrado en Pedagogía Visual y Terapéutica de la Imagen de la Universidad de Barcelona en convenio con el Instituto8 (2021). Se encuentra realizando el programa Herramientas desde el Arte Terapia de la universidad de los Andes en Bogotá. Actualmente y desde el 2008 se desempeña como profesora Asociada de la Escuela de Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia. Por más de 15 años su obra ha indagado sobre las problemáticas sociales que surgen y se manifiestan en los contextos urbanos; actualmente sus investigaciones y práctica docente se centran en la aplicación de la fotografía terapéutica en los ámbitos educativos.
(di)sentir es un proyecto de fotografía participativa realizado en 2021, cuya finalidad es contactar con la consciencia de personas de la disidencia sexual por medio de la creación de un espacio seguro para la reflexión, expresión emotiva y puesta en común acerca de las experiencias registradas en imágenes fotográficas.
Este proyecto responde a la necesidad de generar nuevas narrativas desde la disidencia sexual y de género, en un contexto socio-histórico adverso debido al aumento de hechos de violencia contra personas de esta colectiva humana. Además, busca ampliar el acervo de temáticas de la imagen de las disidencias sexuales en Chile, al abrir un campo para la visibilidad de la consciencia y la trascendencia.
La propuesta consistió en realizar un ejercicio de fotomeditación. Cada sesión fotográfica individual inició con un ejercicio de respiración y conexión con el momento y el lugar presente. En cada proceso se intencionó explícitamente un concepto o idea que guiara la posterior toma y visualización de fotografías.
Las imágenes fueron realizadas en un lugar escogido por la persona fotografiada, con el objetivo de que el espacio físico facilitara la conexión consigo misma.
La finalidad del proceso fotográfico no era conseguir una estética predefinida, sino que permitir la experimentación y búsqueda de un proceso más que un resultado. La única decisión previa con respecto a las imágenes fue la de producirlas en blanco y negro: de por sí impresionan diferentes y poco habituales, además de facilitar su posterior reproducción facsimilar.
Quienes nos definimos como disidentes sexuales nos enfrentamos de forma repetida y cotidiana a la tensión entre normalización y ruptura, entre visibilidad e invisibilidad. Esta polaridad construye y destruye aspectos identitarios.
Ya sea a causa de los discursos frontales de odio, de invisibilización sistemática de las violencias recibidas o de aprovechamiento político de quienes anuncian su solidaridad con “lo homosexual” como cortina de humo, se configura un escenario ominoso que viene a reforzar nuestra posición desventajosa en la sociedad.
En las palabras de la crítica, escritora e investigadora María Marco:
“La imagen como herramienta política de empoderamiento y disidencia sucede con la dominación de nuestros símbolos identitarios, que te construyas tu identidad como quieras, que no te obliguen, que no te venga impuesta. Que nadie te diga cómo tienes que hablar, actuar o autorrepresentarte. No ser impasible e ignorante, no dejarte llevar por las inercias, las tradiciones y los símbolos. Los símbolos y las imágenes son el espejo donde mirarnos y vernos reflejados. Cuando los miramos nos encontramos con la esencia de lo que somos, nos vemos a nosotras mismas”.
Sobre mí
Andi Flores (Chile, 1989) se encuentra en medio de muchas transiciones. La más visible hoy es la que ha ocurrido en su interés profesional. Pasar desde la medicina a la comunicación cultural —pasando entre medio por la fotografía— le ha dado un punto de vista nuevo que espera canalizar en su investigación sobre la representación mediática LGTBIQ+ como un factor protector en salud mental.
Desde esta vereda cuestionamos que nuestros relatos se sigan contando en términos ajenos. (di)sentir intenta ofrecer un espacio de reconexión con la esencia propia de personas disidentes, a la vez que una oportunidad para encontrar nuevas narrativas y maneras de contarlas por medio de la fotografía.
“Me miro, soy” Es un proyecto personal fotográfico que materializa parte del proceso de redescubrimiento y construcción de mi ser mujer en la multiplicidad, el movimiento y el sentir. Donde la necesidad de ser vista por mí misma para posicionarme en el mundo me llevó a construir puentes y potenciar mis recursos personales desde el ámbito fotográfico
Con la cámara en mano creando un diálogo conmigo misma, un espacio de juego consciente desde un lugar seguro. Poder reconocerme, buscarme y encontrarme en diferentes planos. Imágenes que me conforman en una coexistencia integrada, en la que cada plano tiene su propio acercamiento, juego entre lo observado y sus posibilidades para crear narrativas.
Un ir y venir entre planos conscientes e inconscientes, un juego de construcción de un espacio y tiempo a través de la forma. Con el color de mi tierra en la piel, con la fuerza del fuego, brillo en la mirada… y esa capacidad ancestral de crear y destruir para transformar.
*Este proyecto es el resultado de la apropiación de lo generado durante el posgrado de pedagogía visual y terapéutica de la imagen (Instituto 8) en Barcelona, de octubre 2019 a junio 2020. Tomando como eje principal la propuesta de la Fotología[1] para generar mi proceso.
Mi nombre es Claudia Altamirano Vargas
He venido a Barcelona
entre el mar//montaña
a recuperar el brillo del espejo
que hace 500 años cambiamos por nuestro oro.
Me he embarcado en un viaje de Alta mar
con una brújula que no apunta al norte
siguiendo el canto de las aves.
He salido (de) casa para (de)construir mi hogar
con la herencia del barro en la piel
llave oculta en mi nombre
a dar forma a mis alas
con las que juego entre
el color de mi tierra que germina las semillas
de la bebida de los Dioses
el ímpetu del mar en mi cabello
el cosmos (d)e(n) mis lunares.
He venido a contactar con las sombras
siguiendo el canto de mis ancestros
en la oscuridad de la noche
ea cantarles una yaya para dormir
dialogar sueños en fiesta
bailar con la muerte
sanar las heridas milenarias
sentir mi ritmo
y volver a casa siguiendo el camino de flores
He venido a (re)conocer(me) en el legado que me corresponde
el arte de hilar colores
construir historias
He venido a construir puentes con los pedazos de marcos rotos
recreando la obra
espacios orgánicos
crezcan raíces, tiemble el escenario
al sonoro fluir del amor
He venido a traducir las coordenadas
crear mi punto de encuentro
Sobre mí
Pachuca de Soto, Hidalgo. México
Promotora artística, fotógrafa, psicóloga, arteterapeuta, con estudios en pedagogía visual / terapéutica de la imagen, emprendedora creativa independiente y tallerista feminista. Fundadora de Creatividades Visuales: espacio creativo para mujeres a partir de la imagen.
A lo largo de los años he participado en diferentes proyectos para la promoción de las artes, con un trasfondo en la concientización de la salud mental desde un enfoque social. Actualmente me encuentro desarrollando proyectos entorno a una pedagogía de la creatividad y la Fotología.
Sufrir con un niño, por el y contra el —maternal, egoísta y neuróticamente, y a veces sintiéndome desvalida y otras con la ilusión de estar conociendo la sabiduría—, pero siempre, en todas partes, en el cuerpo y en el alma, con aquel niño porque ese niño es una parte de mi misma.
Adrienne Rich,Nacemos de Mujer
Trama materna es un proyecto personal en el que exploro íntimamente desde la fotografía mi propio entramado familiar: en particular mi proceso de maternidad y las relaciones entre los miembros de mi familia nuclear.
El proyecto se encuentra en estado de desarrollo y búsqueda, las imágenes aquí presentadas no pretenden tener el estatus de obra, sino mas bien invitar a quien las vea a sumergirse en el proceso caótico de mi vida de madre, en mi universo emocional; en un espacio no definitivo y ambiguo.
Inicié este proyecto, sin saberlo, a raíz del confinamiento por la pandemia de Covid en Marzo de 2020. En ese entonces estaba embarazada de Alva, mi segunda hija; Camilo mi hijo mayor tenía un año y ocho meses, y nos tocaba pasar todo el día juntos, en casa, solos, con Markus, mi compañero. Ante la incertidumbre, el miedo y el no saber, empecé a fotografiarnos diariamente. Esos meses la cámara fue para mi una forma de “combatir la nada” como diría Cortázar, una forma de sobrevivir y encontrar sentidos en un mundo cada vez mas apocalíptico y gris. Hacer estas imágenes me permitió estar mas presente, extender la experiencia, estar con todos mis sentidos en mi presente continuo de madre, en el vínculo con mis hijos y Markus.
Por primera vez en mi vida, y por absoluta necesidad es que di vuelta la cámara del afuera, al adentro. Y así empece a mirarme con mi herramienta más primaria, la cámara (el ojo, el corazón y todo mi ser también) mi propia vida, y por sobre todo mi devenir madre.
El proceso de virar la mirada hacia el interior fue el punto de partida para desmembrar mi propia identidad materna; deconstruir a la madre ideal que forzadamente estaba intentando ser, para empezar a abrazar y entender aquella madre que soy.
Hacer estas imágenes, donde me miro desde mi propia vulnerabilidad de madre, desde mi carne y mi cuerpo voluminoso de recién parida, es la forma que encuentro hoy de rebelarme contra el ideal de madre perfecta del patriarcado. (Como propone Esther Vivas). Es la forma que encuentro de preguntarme, ¿qué es “una madre”? .
Preguntas de la madre
¿Se es madre?
¿Cuánto se es madre?
¿Cuándo se es madre?
¿Cómo se vuelve una madre?
¿Dónde se vuelve una madre?
¿Cuántos pedazos tiene la madre?
¿Cuánto cuerpo tiene la madre?
¿Cómo es la piel de la madre?
¿A qué huele la madre?
¿Sangra la madre?
¿Siente la madre? ¿Dónde siente la madre?
¿Llora la madre?
¿Ama la madre? ¿Cuánto ama la madre?
¿Sueña la madre? ¿Cómo sueña la madre?
¿Qué espera la madre ?
¿Esconde la madre? ¿Dónde esconde la madre?
¿Qué culpa siente la madre?
¿Cuánto calla la madre?
¿Cómo lucha la madre?
¿Desea la madre? ¿Dónde desea la madre?
¿Y quién pare a la madre?
Sobre mí
Nací y me crié en Haedo, Buenos Aires; Argentina. Allí inicié mi formación en Fotografía. Desde el año 2013 vivo y continúo mi formación en Alemania. Además de ser muchas cosas, soy Madre. En el año 2018 di a luz a mi primer Hijo Camilo, y en el 2020 a Alva. Las preguntas que guían mis búsquedas y proyectos personales están vinculadas principalmente a el lugar que tenemos las mujeres en nuestra sociedad.