Jo Spence
Jo Spence: imagen, resistencia y autoconocimiento
El trabajo de Jo Spence es una referencia clave para quienes exploramos el potencial de la imagen más allá de la estética o la documentación. Su trayectoria nos recuerda que la fotografía puede ser una herramienta de cuestionamiento, de aprendizaje y, en algunos casos, de profunda conexión con una misma.
De la fotografía comercial al compromiso social
Nacida en Londres, Spence comenzó su carrera como fotógrafa comercial, trabajando en retratos familiares y bodas. Sin embargo, en los años 70, su práctica dio un giro hacia la crítica social y el activismo. Vinculada al movimiento feminista, comenzó a explorar cómo se representan las mujeres, el trabajo y la vida cotidiana.
Fue cofundadora de espacios fundamentales como la Photography Workshop junto a Terry Dennett, y más adelante del colectivo Hackney Flashers, desde donde impulsó proyectos como Women and Work o Who’s Still Holding the Baby?, desafiando los imaginarios dominantes en torno a lo doméstico y lo laboral.
Spence entendió pronto que la fotografía no es neutral, y que puede funcionar también como espacio pedagógico y político.
Cuestionar el relato único: imagen y proceso personal
El diagnóstico de un cáncer de mama en 1982 transformó radicalmente su relación con la imagen. En lugar de aceptar de forma pasiva las representaciones externas de su cuerpo enfermo, Spence decidió mirarse desde otro lugar: el de la auto indagación, la expresión personal y la reconstrucción simbólica.
Series como The Picture of Health o Remodelling Photo History exploran la posibilidad de trabajar con la imagen como un medio de confrontación interna, recuperación de agencia y reelaboración de sentidos. Lo que propuso no fue “fototerapia” como técnica clínica, sino una práctica que, apoyada en la fotografía, pudiera acompañar procesos de reflexión, conciencia y acción.
Spence abrió camino al usar su propio cuerpo como lugar de denuncia y de exploración. Desafiaba los cánones del cuerpo bello y saludable, exponía sus cicatrices y mostraba lo que tradicionalmente se ha ocultado en las imágenes familiares: el dolor, la enfermedad, lo invisible.
Legado e inspiración desde lo visual
Su legado no se limita a su obra fotográfica, sino que sigue nutriendo a profesionales que investigamos y enseñamos cómo las imágenes pueden apoyar procesos de acompañamiento, de transformación simbólica y de relectura del relato personal y colectivo.
En Instituto 8, honramos este enfoque crítico y situado desde la pedagogía visual, entendiendo que la fotografía puede ser una herramienta potente de exploración para quienes facilitan procesos en el ámbito educativo, terapéutico, artístico o social.
Nuestra propuesta formativa —desde el posgrado en pedagogía visual hasta programas de fotografía participativa— no pretende ofrecer “terapias con imágenes”, sino formar profesionales capaces de integrar la dimensión simbólica, expresiva y relacional de la imagen en sus contextos de acompañamiento.
Una práctica comprometida
El trabajo de Jo Spence nos inspira por su valentía y honestidad. Nos recuerda que mirar (y mirarnos) desde otros lugares es un gesto profundamente político. Y que el acto de representar lo que habitualmente se excluye —el cansancio, la enfermedad, la contradicción, la vulnerabilidad— puede abrir espacios valiosos de resonancia, conexión y sentido.
Quienes acompañamos desde lo visual encontramos en su obra un punto de anclaje para seguir explorando cómo trabajar con imágenes que no solo muestren, sino que inviten a cuestionar, recordar, imaginar o reparar.




